
“El matrimonio se disuelve por la muerte de uno de los cónyuges”. Menuda institución de sacrificio imperaba el entonces art. 52 del Código Civil de 1889 hasta que, en el año 1932, durante la II República, se legalizó el divorcio dictándose la primera sentencia en la historia de España en fecha 6 de septiembre.
No obstante, ese soplo de aire se esfumó rápidamente por cuanto dicha ley fue derogada durante la dictadura de Franco y la Transición, mediante Ley de 23 de septiembre de 1939.
Hagamos memoria…
Es importante acudir a la memoria de nuestro país porque la mayoría de personas, sobre todo las nuevas generaciones, creen que el divorcio existe desde siempre cuando en realidad no es así.
Es más, de forma libre, únicamente desde hace 16 años ya que no fue hasta el año 2005, Ley 15/2005 de 8 de julio cuando aterrizó el erróneo concepto del “divorcio exprés”, revolucionando absolutamente el derecho de familia.
Y no suficiente con ello, otra prueba de avance reciente es la Ley 15/2015 de Jurisdicción Voluntaria de fecha 2 de julio la cual permite los divorcios y separaciones ante notario siempre y cuando resulten de forma amistosa y sin hijos en común.
Historia
En 1932 la Ley del Divorcio en la II República se dictara para que posteriormente fuera derogada. En aquella época, la sociedad era controlada por el hombre mientras que la mujer cuidaba de la familia y se ocupaba de las tareas del hogar.
A pesar de las numerosas críticas, en 1981 se aprobó la Ley 30/1981 de fecha 7 de julio modificando el Código Civil de 1889 respecto a las causas de separación, divorcio y nulidad matrimonial.
Y digo que las críticas llovieron porque, en la España de los años 80, la mentalidad todavía era demasiado convencional.
Curiosamente el confinamiento ha dado lugar a un gran número de procesos de divorcios por el desgaste en la pareja.
En el año 1981, podía solicitarse el divorcio si previamente se había separado el matrimonio después de llevar un año sin convivencia para descartar la reconciliación.
En el año 2005, el divorcio se podía activar de forma directa sin previa separación, pero a la vez, la Ley 15/2005 de 8 julio permitía el matrimonio y divorcio de personas con independencia de su sexo.
España se sitúa como el tercer país con más divorcios por cada matrimonio, seguido de Portugal y Luxemburgo.
Según el organismo estadístico europeo (Eurostat), Albania y Rumania son los que menos se divorcian.
No celebremos los 40 años de la Ley del Divorcio en sí, sino los 16 años del divorcio de forma justa, directa y libre.
El divorcio no es un problema, es la solución a un matrimonio que no funciona.
Fuente: www.economistjurist.es