
Una multitud se aglomera cerca de la reconocida estatua de la Osa y el Madroño de Madrid. Suena la música y cuatro jóvenes venezolanos convierten a la Puerta del Sol en un escenario de baile. Todos siguen con precisión los pasos de Break Dance, así como la coreografía que mezcla otros estilos con talento y terminan robando las sonrisas y aplausos del público.
Sus habilidades, esas que han venido trabajando desde su tierra natal, le han convertido en un referente turístico de la capital española, sin olvidar que les abrió las puertas para ser uno de los representantes más reconocidos del programa de televisión ‘Got a Talent’.
Apasionados por la música y el estilo urbano, la agrupación comenzó su trayectoria cerca al 2011. Mucho ha llovido desde esa época en la que se llamaban Madrid Fraod y contaban con un integrantes de otras nacionalidades.
“Fuimos quedando aquellos que consideramos que teníamos un alto nivel, además de los más comprometidos, los que más entrenábamos y quedábamos para hacer las presentaciones en Sol”, afirma Leonardo Gimene. Su “familia” de baile ahora está conformado por otros compatriotas, como son Argenis Barrero, Jhonder Gómez y Nerio Rivas.
La unificación de los integrantes ha cambiado su estilo. “Ahora somos más extrovertidos. Bailar es, en Venezuela, como una guerra o una competencia donde se busca demostrar lo que se sabe; eso hace que seamos de movimientos más agresivos y seguros, cosa que no ocurre con personas de otros países al momento de expresarse a través del baile”, apunta Leonardo.
“Hemos logrado globalizar un estilo de personas que están unidas en un aspecto fundamental: todos salimos de Venezuela gracias al baile”, ha precisado Jhonder.
Para ganarse la vida, estos venezolanos distribuyen su tiempo entre las presentaciones urbanas y las televisivas.
No obstante, en su agenda también han encontrado espacio para expandirse a otras áreas como la interpretación teatral, la participación en eventos o las clases particulares de baile. “También nos han llamado de algunas discotecas para que participemos durante la noche como entretenimiento para los clientes. Empezamos con una sola, pero ya nos están contactando de otras”, afirma Argenis.
Incapaces de mantener los pies y caderas firmes, los jóvenes caribeños reconocen que “necesitamos impartir nuestros conocimientos a niños y personas interesadas en el baile”. Aunque la mayoría de las solicitudes son recibidas después de sus presentaciones en la Puerta del Sol, también cuentan con peticiones a través de la página web de la agrupación o la persona de cada uno.
A pesar del reconocimiento alcanzado, los jóvenes bailarines reconocen que vivir de la música no es un trabajo fácil. “Cuando comenzamos, no eran muchas las personas que hacían espectáculos en la Puerta del Sol, lo que nos permitía contar con una mayor rentabilidad, así como una mejor relación con las fuerzas de seguridad.
“Ya tenemos nuestro pequeño grupo de fans. Hay, por ejemplo, una señora mayor que viene todos los días, se conoce tanto el espectáculo que, incluso, nos completa las frases que vamos a decir durante la presentación”, admite entre risas Jhonder.
De ahí que estos venezolanos afirmen que “le damos vida a la plaza, donde tanto los madrileños como los turistas se han acostumbrado a que seamos parte de ella y una más de sus costumbres”.
Fuente Yo Soy Venezolano