
El diario con mayor circulación en Venezuela está de aniversario, cumple 75 años informando a todos los venezolanos fuera y dentro del país.
El Nacional, de periodicidad diaria y con una línea editorial 100% democrática e independiente, ha logrado mantenerse por largo tiempo en cada rincón venezolano, tal cual la define su director y editor en el exilio Miguel Henrique Otero.
Este rotativo hoy día representa la idiosincrasia y cultura de un país que ve sus necesidades y denuncias en un diario estándar que se niega a cerrar sus puertas y desea servir a su gente como única ventana abierta en la poca comunicación objetiva, veraz y oportuna que queda en el país.
Sus inicios datan de 1943, en plena segunda Guerra Mundial cuando Miguel Otero Silva decide montar un medio escrito de fácil acceso al lector con destacadas publicaciones con la ayuda de su padre Henrique Otero Vizcarrondo.
En principio, Otero Silva tenía un semanario llamado el Morrocoy Azul, el cual decide cambiar y darle mejor potencial informativo a éste, gracias a la inversión de Otero Vizcarrondo, en comprar una rotativa en Boston de un periódico pro nazi que había cerrado y que en medio de tantos submarinos y barcos alemanes logró llevársela a Venezuela.
Nace El Nacional, con una línea y unas características poco usuales en aquel entonces, ya que a través de sus redactores y fotógrafos lograron darle ese toque de seriedad y profesionalismo que lo hacía diferente a otros periódicos, que simplemente resaltaban sus informaciones “tipo notas sociales” escritas por puros colaboradores, contó Miguel Henrique Otero, hijo y nieto de los fundadores.
Su éxito fue rotundo y logró ser el periódico más moderno de la época, desplazando a La Esfera y compitiendo con El Universal, convirtiéndose a través de los años en el primer rotativo de mayor circulación en Venezuela. Sus fuentes eran política, social, tecnología, economía e internacionales con artículos de los nobel Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Miguel Ángel Asturias, entre otros latinoamericanos de gran renombre en la literatura.
Fuente: El Nacional