
Emigrar con los hijos trae consigo retos realmente trascendentales para los padres, el estrés que genera una mudanza afecta a todos los miembros de una familia y más si se trata de un cambio de país. La adaptación del nuevo destino residencial, será más fácil o más complicada según la edad del infante.
Los especialistas de diversos portales de psicología, nos remiten algunos consejos útiles para aplicar en este proceso:
- Aumentar la comunicación padres/hijos en este proceso migratorio (antes/durante/luego de la llegada).
- Explicarles a los pequeños las muchas ventajas que trae consigo la emigración. Cultura, paisajes, comida, idioma, nuevas experiencias, otros.
- Ayudarlos a controlar sus miedos y mantener frente a ellos una actitud entusiasta frente a la novedad del cambio.
- Luego de estar instalados en el nuevo lugar destino, promover la socialización de los pequeños en su entorno: colegio, actividades extra cátedras, vecinos, otros.
- Como punto importante, mantener permanentemente la comunicación con quienes se han quedado en el país de origen, que se sienta la presencia del cariño a través de conversaciones, llamadas, correos, internet, contribuirá a no sentirse lejos ni olvidado.
Los niños inmigrantes, pueden disfrutar de diversas ventajas, entre ellas:
- Activar su capacidad de integración.
- Estar con la mente mucho más dispuesta a los cambios.
- Aumenta su capacidad para la resolución de conflictos.
- Entusiasmo hacía los cambios de la vida, sean inesperados o programados.
Un aspecto determinante es involucrar a los pequeños en lo que sucederá, que ellos opinen, pregunten y se expresen, los hará sentirse participes en este proceso.