
La muerte de una anciana el pasado verano en Esplugues de Llobregat (Barcelona), tras ser atropellada por uno de estos vehículos, ha llevado al Gobierno español a considerar la regulación de su uso como un asunto de urgencia.
Se aparcan en cualquier sitio y circulan libremente por aceras y calzadas esquivando a los peatones, hasta ahora. Los patinetes eléctricos han aterrizado con éxito en las ciudades y han venido acompañados de polémica. No son un vehículo de motor ni tampoco un peatón, pero comparten el mismo espacio urbano.
Estos vehículos de movilidad urbana o personal pueden alcanzar los 20 o 30 kilómetros por hora y ponen en peligro a los peatones, por eso Madrid ya ha prohibido que circulen por las aceras, la calzada general o los carriles bus.
Los usuarios se quejan de que ahora será imposible realizar la mayor parte de los trayectos que solían hacer.
Los patinetes quedarán relegados a algunas infraestructuras ciclistas y ciertas calzadas, limitadas a 30km/h, dependiendo de las características de la vía y del vehículo, según la nueva ordenanza de movilidad sostenible del Ayuntamiento. Además, como las bicicletas, tendrán que ser estacionados en las zonas reguladas o en las aceras siempre que dejen más de tres metros de ancho libre.
Barcelona ya reguló la movilidad de estos vehículos en 2016 y otros países como Francia también quieren sacar los patinetes de las aceras para hacer posible la convivencia entre todos.
Fuente Euronews