
El Ayuntamiento de Madrid ampliará por segundo año consecutivo el espacio para los peatones en la Gran Vía durante la Navidad. El gobierno de Manuela Carmena reducirá los carriles destinados a los vehículos privados y bicis de dos a uno por sentido desde el 1 de diciembre, mientras que otro quedará reservado para el transporte público. Un nuevo vallado de hormigón protegerá la zona peatonal, mientras que se limitará el paso de camiones. La gran apuesta de Carmena será, no obstante, mantener el número de carriles reducido después de las fiestas. A partir de junio, solo podrán circular residentes y servicios.
Las restricciones al tráfico previstas para la etapa navideña se aplicarán de manera escalonada, tal y como ocurrió en las pasadas pascuas. El calendario municipal contempla prohibiciones a la circulación privada desde el día 1 hasta el 3 de diciembre; del 5 al 10 de diciembre; del 15 al 17 y el periodo incluido del 22 de diciembre al 7 de enero. Durante esos días, la velocidad en la arteria de Centro se reducirá a 30 kilómetros por hora y el acceso a la Gran Vía se permitirá solo a los residentes, los taxis, vehículos VTC, motos, vehículos privados con distintivo “cero emisiones”, coches que accedan a los hoteles de la zona y los que quieran aparcar en alguno de los estacionamientos del centro. Los no residentes, a menos que tengan un permiso especial, no podrán circular por la vía. La Policía Municipal y Agentes de Movilidad controlarán los accesos.
VETADO EL ACCESO A LOS CAMIONES POR SEGURIDAD
El nuevo dispositivo de Navidad prevé la prohibición a los camiones de más de 3.500 kilogramos de circular por la Gran Vía del 1 de diciembre al 7 de enero (entre las 11.00 y las 23.00). Se trata de una medida que también se activó el año pasado, pero que se limitó a la cabalgata de Reyes. Además, la zona peatonal será separada con bloques de hormigón para impedir ataques en coche.
NDP ayuntamiento Madrid.