Protéjase de la gripe!
La gripe en una persona de edad, con pocas defensas o con una salud comprometida, puede llegar a ser grave.
¡No olvide su vacuna!
Póngase en contacto con su Centro de Salud y siga los consejos de los profesionales sanitarios. Mejor hoy que mañana, se evitará complicaciones.
¡Cuide sus hábitos!
No permanezca mucho rato en locales cerrados y mal ventilados. Respire aire puro. Salga a pasear con ánimo, vitalidad y bien abrigado.
Ventile bien su casa
Abra las ventanas 15 minutos por la mañana y deje entrar el aire. Si al llegar la noche el ambiente está cargado vuelva a ventilar la habitación. Evite que la habitación se reseque en exceso; ponga algún recipiente con agua.
Haga ejercicios respiratorios todos los días
Ejercite el diafragma y potencie el abdomen con espiraciones lentas y profundas. Aprenda a toser y a expectorar bien.
Aliméntese bien y no cometa excesos
Consuma mucha fruta, verdura y pescado.
No deje enfriar su cuerpo
Evite las exposiciones prolongadas al frío y los cambios bruscos de temperatura.
Salga a pasear en horas que no sean de digestión y cuando la temperatura ambiental sea más suave, con ropa cálida y de abrigo. Utilice guantes y calcetines de lana. Anímese y ¡póngase sombrero!
Active su circulación
El frío frena la circulación de la sangre y pone en peligro a personas que sufren isquemias y otros problemas de corazón o que tienen un escaso riego sanguíneo en sus extremidades.
Camine diariamente, por terreno llano, llevando una marcha rítmica algo más lenta al principio y al final del paseo.
Masajee pies y piernas al volver del paseo, empezando desde los pies y siguiendo por las piernas y muslos.
Evite que los pies y las manos se le enfríen
Abrigue sus pies con calcetines gruesos de algodón o de lana. No aplique calor directo a los pies y piernas. Preserve las manos del contacto con el agua fría utilizando guantes de goma.
Cuide su dieta y su medicación
Controle su peso. Mantenga una dieta sana y equilibrada.
Si está tomando medicación ¡no la olvide!
Siga moviendo el cuerpo
Realice actividades de la vida doméstica y complete con sencillos ejercicios de gimnasia para el cuello, los brazos, espalda y caderas.
No renuncie a salir y pasear
En invierno existe el peligro de una inmovilidad excesiva y torpeza progresiva.
Abríguese bien y siga con sus paseos. Si el tiempo se lo impide, camine por dentro de casa. Ponga el reloj y cronometre el tiempo.