
La Organización Económica para la Cooperación y el Desarrollo OCDE pide a España que mejore la eficiencia de su sistema tributario. Y para ello le recomienda que suba los impuestos a los combustibles con el fin de reflejar mejor el coste medioambiental de las emisiones contaminantes.
Si bien reconoce que España figura mejor que la media de la OCDE en niveles de CO2 y en calidad del aire, el organismo que aglutina a las economías avanzadas detecta que España está entre los países que menos recaudan por tributos verdes.
El Gobierno de Sánchez tenía previsto hacer una equiparación parcial del diésel con la gasolina dejando fuera a los transportistas. Pero esta no se aprobó al no conseguir el respaldo para los Presupuestos.
La Organización Económica para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) también señala que España debe reducir las exenciones y deducciones que todavía hay en el IRPF. Aunque no las menciona, un ejemplo sería la deducción por fondos de pensiones, que suele beneficiar a las rentas altas.
En general, la fiscalidad en España permanece demasiado volcada sobre los impuestos al trabajo, esto es IRPF y cotizaciones, y diversas exenciones y deducciones erosionan la capacidad recaudatoria, dice.
A cambio de estas subidas de impuestos, insta a España a recortar las cotizaciones para los trabajadores con sueldos bajos y contratos fijos.
Estas son algunas de las conclusiones sobre España que recoge el informe bianual de la OCDE Going for Growth 2019, en el que valora el estado de las reformas realizadas y donde deben concentrarse los esfuerzos reformistas.
Las reformas realizadas en España en el periodo 2017-2018 han sido “limitadas”, subraya el organismo. A pesar de que se han seguido aprobando medidas para intentar reincorporar a los parados al mercado laboral, la implementación de estas iniciativas “se retrasa”.
Y aunque “se debería hacer más en este área, sobre todo para ayudar a los parados de larga duración”, la OCDE fija una nueva prioridad para España: hay que mejorar la innovación de la economía. “Se justifica por el débil crecimiento de la productividad y el declive sustancial del gasto en innovación”, sostiene el documento.
Esta vez, la OCDE pone especial énfasis en mejorar los resultados educativos y el gasto en innovación e I+D. “Pese a reducirse, el abandono escolar sigue alto y hay que alinear mejor las habilidades de los trabajadores con las necesidades futuras del mercado laboral”, sostiene.
Es necesario que mejore la enseñanza en la universidad y el aprendizaje con prácticas en el trabajo. La Formación Profesional debe continuar modernizándose.
El modelo de Formación Profesional Dual, que combina estudios con trabajo, tiene que extenderse. Y los empleadores deberían tener una mayor participación en formar a los estudiantes y diseñar los contenidos que se imparten.
Por último, insiste en que se eliminen las barreras legales que existen al crecimiento del tamaño de las empresas —se ha detectado que las compañías no crecen en tamaño para evitar la presencia sindical obligatoria a partir de un número de trabajadores o para eludir una mayor vigilancia de la Agencia Tributaria al alcanzar cierta facturación—, que se refuerce la Ley de Unidad de Mercado —compleja de aplicar, dice—, y que se liberalicen los servicios profesionales —cuya reforma se ha aplazado sin perspectivas de que alguna vez se apruebe, explica—.
Fuente El País