
Algunos han mezclado las costumbres de la nación a la que llegaron con aquellas propias de Venezuela, la gaita, la hallaca, el pan de jamón y el estreno de Nochebuena son alguna de las costumbres que se reflejan en los 92 países donde se encuentran asentados para esta época.
Este año, las gaitas y las parrandas venezolanas retumbarán en cada rincón del mundo. El sentimiento colectivo que invade el territorio nacional para la época decembrina se presumirá en 92 países y 120 ciudades del mundo que, según el Observatorio de la Diáspora Venezolana, representan la cifra de los lugares donde están esparcidos los ciudadanos de sangre tricolor.
¿Niño Jesús o Santa Claus?
En Alabama, Estados Unidos, el ambiente navideño se siente cuando los centros comerciales se abarrotan de gente comprando obsequios. Santa Claus predomina en la Navidad y los pesebres pasan inadvertidos, en una fecha donde el nacimiento del Niño Dios es el centro de celebración.
Eigly Aguilar, una venezolana de 39 años residenciada en la ciudad de Birmingham en Alabama, sostiene que su familia trata de mantener las tradiciones venezolanas, mientras se suman otras más de la cultura donde residen porque, mientras se encuentren en esa zona, deben compartir y vivir las nuevas costumbres.
La migración produce nostalgia y falta de identidad, por lo que explica que muchos venezolanos quieran apegarse más a sus raíces.
Seguir con las tradiciones del país, desde otras fronteras, favorece a la sociedad venezolana porque asegura que las nuevas generaciones no se olvidarán de los valores más fundamentales de su cultura, alega el sociólogo, Pablo Ordoñez.
Plato navideño venezolano
En muchas casas alrededor del mundo ya se siente la esencia, desde hace días, del olor a hallacas, un plato típico navideño del país caribeño. Para los venezolanos, la cena del 24 y 31 es sagrada, convirtiendo al pan de jamón, el pernil, la ensalada de gallina y la hallaca en fieles representantes de la cultura venezolana.
Eucaris Loyo, una joven venezolana domiciliada en Madrid, España, hizo las compras de los ingredientes para la cena navideña desde hace varias semanas, para garantizar el plato típico para tres amigas venezolanas y ella.
Esas tradiciones inherentes acompañarán al venezolano a cualquier parte del globo terráqueo. Las costumbres migraron con los millones de ciudadanos que dejaron el país y que, a pesar de los kilómetros que los separan de su terruño, llevan en su corazón y en su memoria los recuerdos de aquellas navidades felices que ahora les enseñarán a sus hijos y nietos, desde otras fronteras.