
Venezuela hace rato que sobrepasó la cifra de 5 millones de compatriotas emigrados. El tema es importante porque sus nacionales se han convertido en una significativa fuente de ingresos para el país. La cifra quita el habla. Para fines de 2018 Colombia recibió un monto de remesas provenientes de los suyos que sobrepasó los 6.000 millones de dólares. Ello es más 500 millones de dólares más elevado que lo que los colombianos enviaron al terruño en el año anterior de 2017.
Dos cosas nos animamos a observar. La primera es que aunque la cifra es abultada, ella no es, ni de lejos, el más importante ingreso colombiano. Los dólares que reciben en la patria de al lado de sus connacionales representan a esta fecha apenas poco menos de 2% del PIB del país.
Una de las primeras cosas que es posible concluir de la comparación entre los dos países es que Venezuela pudiera estar siguiendo el camino de Colombia en aquello de que a los emigrados la vida de trabajo en el exterior les permite transferir al terruño sumas de dinero que sirven para el sostén de los suyos en la patria que dejaron atrás.
En el caso venezolano esto es mucho más elocuente ya que la paridad del bolívar con respecto al dólar se ha deslizado de una manera tan brutal que, hasta el presente, con pocas divisas giradas desde el exterior resulta posible no ayudar, sino mantener, a las familias que permanecen en Venezuela.
La gran diferencia radica en que mientras en Colombia las divisas entran por los caminos regulares de la banca o de empresas parabancarias, como Western Union entre otras, en Venezuela de las operaciones de cambios no quedan registros porque ingresan por los “caminos verdes”. Los entendidos aseguran que 2.000 millones a 3.000 millones de dólares han sido cambiados en 2018 para este fin de mantenimiento familiar.
Datanálisis ha asegurado que ya casi 10% de la población recibe dinero proveniente de otros países y algunos expertos observadores de la dinámica económica ubican este porcentaje en el doble. El caso es que los órganos de medición internacional son del criterio de que Venezuela se convirtió y sigue siendo el primer país tenedor de divisas privadas de Latinoamérica en el exterior.
Fuente: El Nacional / Opinión